Cerrando ciclos

Cerramos una vez más el ciclo, y es inevitable detenerme a reflexionar sobre lo vivido. Muchas lecciones llegaron acompañadas de dolor, otras de alegrías, pero siempre debemos avanzar con optimismo ante la vida. Aprendamos a abrazar tanto las tristezas como los momentos fortuitos que nos llenan de felicidad.

Siempre aprendiendo a soltar

Aceptar que algunas personas ya no están físicamente con nosotros no es fácil, especialmente al principio. Este año me di cuenta de que hay historias que llegan a su fin, y eso está bien. Aprender a soltar no significa olvidar o perder, sino darnos la oportunidad de avanzar, de dejar espacio para lo que viene… aun me afecta la partida de papá, quiero pensar que él esta mucho mejor ahora.

Al final, siempre nos tenemos a nosotros mismos. Por eso, debemos aprender a querernos más, a mirarnos, a cuidar nuestra salud, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Son las cosas sobre las que tenemos control, aunque no al 100%. Porque sí, hay enfermedades y circunstancias externas que no podemos manejar, cosas que solo Dios dispone. Pero incluso eso está bien.

Aceptar estas situaciones nos permite vivir más ligeros, con una carga menos en la mochila. Nos libera para fluir con la vida, sin aferrarnos a lo que ya no está. Y en ese fluir, encontramos una paz que solo llega cuando aprendemos a soltar.

Creer más en mi

Este año he aprendido lo importante que es “creérmela”, una frase que antes me parecía un cliché, pero que ahora interiorizo más. Creer en uno mismo no es solo cuestión de actitud, también se trata de rodearte de personas que compartan tus ideales y te inspiren a crecer. Estar en un entorno positivo puede ser un caldo de cultivo provechoso; y el entusiasmo y la buena vibra es contagiosa.

Recientemente, mi socio y buen amigo, en nuestro proyecto de tarjetas, me dio un feedback que resonó en mí: Solo te falta lanzarte más a la piscina.” Esa frase me llegó en el momento justo. Necesitaba ese empujón, esa confirmación de que tenía lo necesario, pero que debía dar el salto. Desde entonces, me he atrevido a trabajar más en formato solitario (mismo solista de una banda jaja) en varios de mis proyectos.

En un lado escuché que puedes llegar a los 10 mil USD mensuales solo (creo que lo dijo Jaime Higuera… no recuerdo bien jeje), y hasta ahora ando validándolo, quizá en otro momento les cuento como me fue. Pero si eres disciplinado, metódico, constante, trabajas duro y te gusta actualizarte, deberías poder ver resultados tangibles en pocos meses. (Y hacer que suceda la magia).

También aprendí algo valioso: trabajar en silencio o ten cuidado a quién le cuentas tus planes. Puede parecer extraño en un mundo donde todo se comparte, pero he descubierto que mantener un perfil bajo y casi rozar el anonimato tiene un poder inmenso. Dejar que las acciones hablen más fuerte que las palabras, hasta que los resultados comiencen a florecer por sí solos, ha sido una lección poderosa. Esto lo aprendí de Robert Greene y también del libro de James Clear en Hábitos Atómicos.

Creer más en mí no solo ha sido una cuestión de fe personal, sino de entender que los pequeños cambios diarios y las decisiones estratégicas silenciosas son los que construyen los grandes logros.

Enfrentar el miedo

Es completamente normal cagarse de miedo pero eso no significa que debamos paralizarnos. Con el tiempo, aprendí a ver el miedo como una barrera que separa a quienes se atreven a luchar por lo que quieren de aquellos que prefieren evitarlo.

La clave está en identificar el riesgo detrás de ese miedo y reducirlo al máximo, para que podamos enfrentarlo con más confianza. No hay atajos: el miedo siempre estará ahí, pero lo importante es aprender a controlarlo y seguir adelante.Quiza te sirva, pero la velocidad de aprender algo puede ser un gran amortiguador del miedo.

Dar la gracias

Si hay algo me dejó este año, es reforzar el inmenso valor de la gratitud. Agradecer por lo bueno y también por lo difícil, porque ambos caminos nos transforman. Por las pruebas que nos retaron y nos hicieron más fuertes, y por esos momentos que nos doblaron, pero no lograron rompernos del todo, dejándonos más resilientes y conscientes de nuestro propio poder.

Hoy puedo decir «Gracias». Gracias a la vida, gracias a Dios, gracias a las personas y a las circunstancias que, de una manera u otra, nos moldearon. Cada experiencia siempre tuvo un propósito, solo que en ese momento no lo vemos. Por eso, a ti, a mí, a todos, solo puedo decir: gracias.

Otros aprendizajes:

  • Los libros son una gran fuente de sabiduría, escritos por quienes ya han vivido y aprendido de sus errores. Leer sobre psicología, desarrollo personal, filosofía, historia, biografía o espiritualidad puede transformar tu forma de pensar. Por el contrario, los géneros que menos te aporte a este tipo de desarrollo son los de ficción o los libros de autoayuda que suelen ser más superficiales. Elige bien tus lecturas: son una inversión en ti mismo.
  • El desarrollo personal va muy de la mano con la salud, con la menta, con el cuerpo y los hábitos. No puede ser sostenible querer dar un salto cuántico cuando muchos estos campos lo tenemos abandonados.
  • Pensemos en avanzar rápido, en aprovechar cada oportunidad que nos impulse hacia adelante. Sin embargo, avanzar por avanzar, sin una dirección clara, puede ser más perjudicial que beneficioso. No se trata solo de la velocidad, sino de la calidad y el propósito del progreso. Avanzar de manera inteligente implica tomarse el tiempo para reflexionar, planificar y priorizar. No todo paso hacia adelante nos acerca a nuestras metas; algunos simplemente nos desgastan o nos desvían. Es crucial preguntarnos: ¿Por qué estoy avanzando? ¿Hacia dónde quiero ir? ¿Estoy tomando decisiones alineadas con mis valores y objetivos? Hay una frase que uso bastante «retrocede un paso para avanzar dos».
  • En la vida, aprender a soltar o cortar ciertas cosas no es solo una habilidad, es una necesidad. A menudo, nos aferramos a situaciones o proyectos simplemente porque representan seguridad, comodidad o porque tememos al vacío que puede quedar si las dejamos ir. Sin embargo, esa resistencia a soltar puede convertirse en una carga que nos impide avanzar, crecer y encontrar nuevas oportunidades. Pero también hay que tener tino para saber cuando conviene hacerlo.. creo que esto podemos aprender mejor cuando conocemos de experiencias ajenas o nos apoyamos de historias de otros.
  • El dolor y la incomodidad son maestros que a menudo evitamos, pero que guardan las lecciones más valiosas de nuestra vida. En un mundo que nos invita constantemente a buscar placer y evitar cualquier incomodidad, abrazar el dolor puede parecer contraintuitivo. Sin embargo, enfrentarlo con valentía es una de las formas más efectivas de crecer. Es muy peligroso la comodidad… me lo recuerda siempre el año de bonanza que tuve con mi proyecto de Tarjetas.
  • Ultima lección: Ya comienza el 2025 justo ahora… Así que es una buena oportunidad para que puedas Transforma tu año en 12 semanas y ponerle turbo sostenible a tu vida. En lugar de pensar en términos de 12 meses, establece objetivos claros y concisos para cada periodo de 12 semanas. Esta metodología, conocida como “el año de 12 semanas”, te permite concentrarte en metas a corto plazo, lo que fomenta la acción inmediata y reduce la procrastinación. Yo lo estoy haciendo hace 3 meses…. si quieres saber más sobre esto, sobre el libro y la plantillas… escríbeme al interno para obsequiarte el material.

Si hay 2 libros que quiero recomendar este año, son los siguientes:

  • Tony Robbins: Poder sin limites
  • Brian Moran: El año de 12 semanas

Y no tienen nada de floro, te lo aseguro….