No vengo aquí a hacerme pasar por una persona con hábitos fitness marcados. Los que me conocen bien saben que mi pancita me delata. Eso sí, aunque no lo parezca, hago ejercicio. Pero no por esas razones superficiales de querer tener el cuerpo perfecto (esas quedaron atrás en las épocas de la universidad, cuando el objetivo era impresionar a las chicas). No, ahora lo hago por algo mucho más practico y la vez profundo: la funcionalidad. Y claro, esa aspiración a la longevidad, pero ojo, me refiero a tener una vida larga y de calidad.
¿Cuándo comenzó esto?
La verdad es que mi relación con el ejercicio ha sido, por decirlo de manera amable, bastante intermitente. Desde mis días en la universidad hasta mis 34 años, ha sido un sube y baja. Pero ahora, curiosamente, las cosas tienen más sentido. Quizá sea la edad, quizá las circunstancias, incluso los incidentes no tan agradables de este año me han hecho meditar un poco más mi relación con esta vida . A pesar de todo, me siento agradecido. Este ha sido un año rescatable(aunque a veces he dicho que ha sido un año feo, pero aún no termina).
¿Por qué lo hago ahora?
Hay una frase que leí hace unos meses que me dejó marcado y que, cada vez que puedo, repito como un mantra: “No hagas ejercicios para lucir fuerte, haz ejercicio para que cuando seas viejo puedas limpiarte el culo.” Suena fuerte, pero tiene una verdad trementa. Porque de lo único que no vamos a escapar es de la muerte, y si esta no nos agarra primero, pues llegará la vejez. Así que, cuando esa vejez toque a la puerta, más vale estar preparado con un cuerpo y una mente en buen estado. Además, creo que esto sigue siendo otra muestra de amor para mi.
La constancia, esa traicionera…
Hace poco leí un libro que me cambió la vida(esa frase más trillada jaja), bueno el libro se llamaba: El año de 12 semanas. Pero te lo digo en serio, este libro me abrió los ojos sobre por qué tantas veces dejamos cosas a medias. La clave esta en una pequeña falla en la alineación entre nuestra visión de vida y nuestros objetivos reales (creo que cuando la ubicamos, todo tiene más sentido). No basta con escribir en una lista lo que quieres hacer. Claro que no! Hay que ir un poco más allá, preguntarte el verdadero ¿por qué? ¿Cuál es tu premio si lo logras? ¿Qué obstáculos puedes encontrar en el camino? Estas preguntas tan simples son reveladoras. Cuando entiendes verdaderamente por qué haces lo que haces, no debería haber razón para no hacerlo.
Un tip rápido
Tengo un método tela para no fallar en la constancia: una plantilla de hábitos. Cada día, al final, lleno esa plantilla con las tareas que he cumplido, y entre ellas esta ejercitarme. Poco a poco, se van formando los hábito y ni lo siento. Realmente es lúdico pintar cada cuadrito jeje.
Aca te muestro una foto…

Una vía de escape y claridad
Actualmente hago 5 veces por semana. Y no, no solo corro, porque eso de correr todos los días te daña las articulaciones con el paso del tiempo. Alterno con ejercicios de fuerza, agilidad y algunos HIIT. Porque, seamos sinceros, si solo comiéramos carne todos los días, tarde o temprano tendríamos alguna deficiencia, ¿no? La variedad es la clave, en la vida y en el ejercicio.
Y hay algo mágico en esto. No solo te libera del estrés, sino que te activa. No te lo dicen todos, pero hacer ejercicio moderado a menudo te ilumina la cabeza y te hace ver con claridad lo que antes parecía un problema sin solución… sea cual sea el aspecto de tu vida, amoroso, familiar, laboral, aspiracional, identidad, etc.
Nutre tu cerebro mientras te mueves
Sí, sí, ya sé que esto te puede sonar a locura, pero confía en mí: funciona. Mientras hago ejercicio escucho algunos comentario de libros de youtube, escucho podcasts desde spotify o la querida Velocity Media (que Sergio tanto ama). Así, en esos minutos no solo mejoras tu resistencia y te pones más fuerte, sino que, de paso, aprendes algo nuevo.
Ahora… si miras esta fórmula!

WAO! Un Ofertón, no crees? Y lo mejor de todo es que es GRATIS (ni siquiera tienes que pagar una membresía de Gimnasio). Así que aprovecha mientras puedas mover el culo y hagamos que el corazón bombee (no solo por amor).
La video inspiracional…